Cuando en los años 80 y 90 se empezaron a utilizar fibras ópticas multimodo en entornos LAN, con distancias máximas de 2 Km, la fibra estándar que se utilizaba en España, y en general en los mercados occidentales, era la fibra 62,5/125, con diámetro de núcleo de 62,5 um, y diámetro de revestimiento de 125 um. Habitualmente esta fibra se utilizaba para enlaces a 100 Mbps, con tecnología 100BASE-FX.
La publicación de la norma IEEE 802.3z en el año 1998, para transmitir 1 Gbps sobre fibra óptica multimodo, motivó el primer gran cambio de tecnología, ya que el limitado ancho de banda de la fibra 62,5/125 convirtió a la fibra 50/125, hasta entonces utilizada mayoritariamente en los mercados asiáticos, en la opción preferida, ya que permitía alcanzar distancias de transmisión a 1 Gbps de alrededor de 550 metros, frente a la severa limitación de 275 metros de la fibra 62,5/125.
Nueva generación de fibras ópticas multimodo
Considerando que la distancia máxima de transmisión es inversamente proporcional al ancho de banda de la fibra óptica multimodo, y a la velocidad de transmisión en bits por segundo, quedó claro entonces que para poder dar el siguiente salto, y transmitir a 10 Gbps (10.000 Mpbs), las antiguas fibras 62,5/125 y 50/125 no iban a ser suficientes, y que se requería desarrollar una nueva generación de fibras ópticas multimodo.
Así, la aparición de la tecnología 10GBASE-SR, para transmitir 10Gbps con fuentes de luz de primera ventana (850 nm), descubrió que la máxima distancia de transmisión con fibra 62,5/125 era de 33 metros, y de 82 metros con fibra 50/125, claramente insuficiente para cubrir las necesidades de una red LAN convencional.
Por ese motivo, se desarrolló una nueva generación de fibras ópticas multimodo, que por un lado ofrecían un ancho de banda mucho mayor a 850 nm, y por otro lado resolvían el problema que se empezó a detectar al utilizar láseres para transmisión a 1 Gbps sobre fibras multimodo, cuando hasta entonces las fuentes de luz asociadas a este tipo de fibra habían sido diodos LED. Este problema consistía en que el diámetro del haz láser era bastante menor que el diámetro del núcleo de las fibras (62,5 o 50 um), y esto provocaba que las imperfecciones que estas fibras presentaban justo en el centro del núcleo, debidas al proceso de fabricación, causaran pérdidas de señal.
OM1, OM2, OM3 y OM4
Todo eso cristalizó en la definición de unas clases de fibra óptica en la segunda edición de la norma genérica de cableado estructurado ISO 11801, pasando a denominar OM1 a la antigua fibra 62,5/125, OM2 a la 50/125, y OM3 a esta nueva generación de fibras ópticas, de elevado ancho de banda y fabricadas de forma diferente para evitar las imperfecciones del centro del núcleo.
Con estas nuevas fibras OM3 se podía alcanzar una distancia de transmisión a 10 Gbps de 300 metros, que permitía cubrir la mayoría de los escenarios habituales en una red LAN. A pesar de que el nuevo proceso de fabricación provocó un incremento sustancial en los precios de esta fibra OM3, su adopción fue muy rápida por las innegables ventajas que ofrecía en cuanto a distancias de transmisión.
Basándose en este nuevo proceso de fabricación, se continuó investigando y perfeccionando los diseños, y unos años después de presentó al mercado una nueva generación de OM3, que ofrecía un ancho de banda todavía mayor, y que se dio en llamar fibra OM4.
Esta fibra OM4 soportaba 10 Gbps en distancias de hasta 550 metros, casi el doble que la fibra OM3, y debido a que el incremento de precio respecto a la OM3 no era demasiado significativo, se convirtió muy rápidamente en el estándar de facto.
Hoy en día, incluso aunque la longitud del enlace no lo exija (por ejemplo, para un enlace de 250 metros la fibra OM3 sería suficiente) lo habitual para nuevas instalaciones es utilizar directamente fibra OM4.
Además, las nuevas aplicaciones para transmisión a 40 Gbps y 100 Gbps sobre fibra multimodo utilizan transmisión multilínea, transmitiendo en paralelo por 8 fibras (4 para transmisión y 4 para recepción) 10Gbps (4×10 para 40 Gbps) o 25 Gbps (4×25 para 100Gbps), por lo que siguen explotándose las ventajas de la fibra OM4 y se ha convertido en la opción preferida para estos enlaces de alta velocidad en entorno de Datacenters.